martes, 12 de febrero de 2008

La Plaza de Noche

La Plaza de Llerena siempre será un elemento recurrente e integrador en mi recuerdo.

Cuando llegaba la noche, la plaza se convertía en la Plaza de Noche.

No sé por qué oscura razón, cuando era de noche, nos poníamos en las cadenas de la Iglesia, de la Catedral.

En los inmensos poyetes flanqueados por esas intimidantes cadenas de hierro.

Era la hora de cantar el Romance del Conde de Olmedo, Malagueña Salerosa con sus interminables chorros fónicos, Sueñan las Margaritas, Un Caballo Sin Nombre, El año del gato, Hotel California, etc.

En 1977 se podía cantar en la calle de noche. Era fascinante. En la zona de la iglesia no molestabamos a nadie.... ni siquiera a las 400 calaveras que había encima de nosotros. Hacía poco que se habían descubierto 400 restos humanos en la torre.

De vez en cuando, el Pasquín nos obsequiaba con una bocanada de su gélido aire frio, para que no se nos subiera mucho a la cabeza.

Mágicos momentos que recuerdo ahora con un nudo en la garganta.

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