
Acaba de llover y las manos se refugian en los bolsillos. Hace viento, seguramente un refrescante viento que viene de la Sierra de San Miguel.
La escena invita a pensar que es la hora del desayuno. Personas que van a por churros, el pan, el periódico... deseando llegar pronto a casa para entrar en calor.
Al fondo a la derecha, la Iglesia de Santiago.
Gracias Antonio.
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