lunes, 2 de junio de 2008

Viajero en Llerena

El viajero llegó a Llerena y se sintió invadido por un sentimiento grato pero contradictorio. Su mente se tornó confusa.

Por una parte se llenó de grandeza, de Plaza Mayor, de torre en lo alto, de histórica blancura, de nobles personas de portes hidalgos....

La otra parte de su mente le alertó con una preocupante luz de alarma: "el que visita Llerena nunca podrá olvidarla".

Se vió inmerso en un incierto presagio. Se supo atrapado en un universo tan maravilloso como irrepetible.

Un aislado y completo microcosmos sin igual, tanto en el espacio, como lo que adivinó peor: un sitio del alma irrecuperable en el tiempo.

Cuando el viajero llegó a Llerena no sabía que estaba en el lugar correcto, pero en el tiempo equivocado.

Pero pensó: "así es la vida" y luego se consoló con la infantil excusa de que tenía toda su vida para intentar arreglarlo.....



PD: Por cierto, ¿Cuántas veces has mirado a la torre de igual a igual?

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